La gran promesa de la medicina regenerativa es utilizar cultivos de células madre para obtener tejidos y órganos que puedan trasplantarse a las personas con enfermedades hoy incurables. Un punto esencial es que esos trasplantes no sean rechazados por el sistema inmune del receptor. Un Instituto de Japón ha dado un paso fundamental al demostrar que la idea funciona en ratones con trasplantes de piel y de médula ósea sin signos detectables de rechazo.
El resultado, expresado brevemente, es que no hay rechazo. Ni con la piel ni con la médula ósea. Ni cuando esos tejidos se derivan de células iPS ni cuando lo hacen de células madre embrionarias. Todo esto es en ratones, pero despeja el camino hacia la aplicación clínica de uno de sus mayores obstáculos.
Más información sobre la noticia consultar en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/09/actualidad/1357754252_634928.html
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