Una investigación internacional ha confirmado la autenticidad de la cabeza momificada atribuida al rey francés Enrique IV, fundador de la casa de Borbón, tras recuperar material genético de esta reliquia y compararla con restos de sangre del decapitado Luis XVI.
El análisis genético de la cabeza de Enrique IV está relacionada con la muestra de sangre de uno de sus descendientes, Luis XVI, hallada en el interior de una calabaza que guardó un pañuelo con la sangre de éste, depositado por un testigo de la ejecución del monarca.
Los resultados revelan que el ADN de la sangre del pañuelo y el de la cabeza momificada pertenecen a la misma línea de descendencia paterna y mantienen una distancia de siete generaciones.
Más información sobre la noticia consultar en: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/10/ciencia/1357817661.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario