Investigadores de la Universidad de Strathclyde en Reino Unido han descubierto que la polilla de la cera es capaz de detectar frecuencias de sonido de hasta 300 kHz, lo que viene a ser la sensibilidad más alta registrada en la naturaleza. Los seres humanos solo somos capaces de oír sonidos de una frecuencia máxima de 20 kHz, cayendo a cerca de 12 a 15 kHz a medida que envejecemos. Incluso los delfines, exponentes más conocidos del ultrasonido, no pueden competir, ya que sus límites son de alrededor de 160 kHz.
La investigación ha identificado las características sensoriales extraordinarias de la polilla.
Más información sobre la noticia consultar en: http://www.abc.es/ciencia/20130509/abci-oido-agudo-tierra-201305091322.html
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