Las cucarachas son terriblemente resistentes, con organismos capaces de amoldarse a cualquier entorno por inhóspito y dañino que nos parezca. Lo que no sabíamos es que la capacidad de adaptación de estas criaturas ha llegado a límites insospechados, a límites que implican cambios en su propia evolución.
Las cucarachas alemanas normales son grandes amantes de la glucosa, un manjar que están dispuestas a devorar. Sin embargo, en las que sí han sufrido este cambio, la glucosa desencadena receptores amargos en sus papilas gustativas, como si en vez de un dulce cataran un grano de café, provocando que eviten los alimentos que desencadenan esta reacción. Esta aversión tiene una base genética y es heredada por la descendencia, de forma que cada vez más grandes grupos de cucarachas rechazan la glucosa y los cebos elaborados con ella.
Más información sobre la noticia consultar en: http://www.abc.es/ciencia/20130524/abci-cucarachas-evolucionan-aprenden-evitar-201305241059.html
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