Ingredientes tradicionales de la receta para luchar contra el exceso de peso, práctica regular de ejercicio físico y seguir dieta equilibrada, ahora hay que añadir las horas de sueño. Cada vez son más las investigaciones que demuestran relación directa entre dormir poco y un mayor riesgo de padecer obesidad. Han descubierto que falta de sueño tiene un impacto negativo sobre las células grasas, reduciendo hasta en un 30% capacidad de respuesta a la insulina.
«Archives of Internal Medicine», describe un mecanismo molecular que conecta directamente la pérdida de sueño con la alteración de la regulación energética en los seres humanos, un proceso que puede causar aumento de peso, diabetes y otros problemas de salud. Observan que células de grasa necesitan dormir para funcionar correctamente.
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