La clave es esa, no ser detectado. Pero también no alterar significativamente su radio de acción. Su aplicación en rescates en zonas con riesgo de derrumbamiento lo convierten en una herramienta útil para no alterar la infraestructura de las zonas a las que acceden. Para ello han construido una versión de apenas 4 kilos, casi la mitad que los 7 kilos de la serpiente para misiones de campo, en el exterior.
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